News » CGRS Decries Trump Administration Policy Slamming the Door on Asylum Seekers

CGRS Decries Trump Administration Policy Slamming the Door on Asylum Seekers

Help Defend Asylum

CGRS relies on the generous support of people like you to sustain our advocacy defending the human rights of refugees. Make a gift today!

Donate

Mar 20, 2020


en español abajo

The Center for Gender & Refugee Studies (CGRS) condemns the sweeping policy changes announced today shutting down the U.S.-Mexico border and turning back asylum seekers without due process. It is shameful that in the face of an unprecedented public health crisis, the Trump Administration is once again choosing to scapegoat those fleeing persecution and escalate its attacks on their rights. This new policy is plainly illegal and will place vulnerable women, children, and families directly in harm’s way.

Under both U.S. and international law, our government is required to provide asylum seekers with a fair opportunity to present their claims and is forbidden to return them to the persecution. This fundamental responsibility to protect refugees does not disappear in the context of a global pandemic. Moreover, a policy of blanket turn-backs at the border poses serious risks of accelerating the spread of COVID-19 in Mexico and elsewhere in the region.

We urge the Trump Administration to adopt sensible measures at the border that respect the rights of refugees while continuing to protect public health. Asylum seekers should be expeditiously screened and referred to appropriate medical services where necessary. The Department of Homeland Security (DHS) should not detain arriving asylum seekers in densely populated facilities and should instead work with legal and social services organizations to facilitate safe transportation and housing for them in the United States, where they can practice social distancing and other recommended precautions.

There are additional actions that the Trump Administration can and should take to protect public health and ensure the safety of asylum seekers. CGRS urges the Administration to immediately end its illegal forced return policy, which has already endangered thousands, and work with humanitarian aid groups to parole in asylum seekers who have been subjected to it, prioritizing those who are medically vulnerable. DHS should also release those who are being needlessly jailed in immigration detention centers, where inadequacies in healthcare and unsanitary conditions have been well-documented. These sensible measures would help safeguard the health of not only asylum seekers, but also DHS personnel, judges, advocates, and their families.

“Asylum seekers arrive at our borders desperate to escape life-threatening violence in their home countries. Their journey to the United States is, unquestionably, ‘essential travel,’” CGRS Policy & Advocacy Director Kate Jastram said today. “We cannot allow the Trump Administration to use the COVID-19 crisis as a pretext to continue trampling on the rights of asylum seekers. Doing so will endanger countless lives.”

--

CGRS rechaza política de administración Trump que le cierra las puertas a los solicitantes de asilo

San Francisco, CA (20 de marzo de 2020) – El Centro de Estudios de Género y Refugiados (CGRS por sus siglas en inglés) condena los agresivos cambios en políticas públicas anunciados hoy que efectivamente cierran la frontera entre EE. UU. y México y retornan a solicitantes de asilo sin un debido proceso. Es vergonzoso que, ante una crisis de salud pública sin precedentes, la administración Trump una vez más opte por convertir en chivo expiatorio a aquellos que huyen de la persecución y escale los ataques contra sus derechos. Claramente, esta nueva política es ilegal y pondrá en peligro a mujeres, niños y niñas, y familias vulnerables.

Tanto bajo la ley doméstica como internacional, nuestro gobierno tiene la obligación de brindar a los solicitantes de asilo una oportunidad justa de presentar sus aplicaciones, y se prohíbe explícitamente enviarlos de regreso al peligro de la persecución. Esa responsabilidad fundamental de proteger a los refugiados no desaparece en el contexto de una pandemia global. Más aun, una política que regresa a todos en la frontera pone en riesgo de acelerar el contagio de COVID-19 en México y en el resto de la región.

Urgimos al gobierno Trump a que adopte medidas sensibles en la frontera que respeten los derechos de los refugiados y a la vez protejan la salud pública. Los solicitantes de asilo deben recibir una evaluación y ser referidos a servicios médicos prontamente cuando sea necesario. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) no debe detener en centros densamente poblados a solicitantes de asilo que arriban, y en vez debe trabajar con organizaciones de servicios sociales y legales para facilitar el transporte seguro y albergue para ellos dentro de Estados Unidos, donde pueden practicar distanciamiento social y otras precauciones recomendadas.

Estas son medidas adicionales que el gobierno Trump puede y debe tomar para proteger la salud pública y garantizar el bienestar de los solicitantes de asilo. CGRS urge al gobierno a que detenga inmediatamente su ilegal política de retorno forzado, la cual ya ha puesto en peligro a miles, y trabaje con grupos de asistencia humanitaria para autorizar el ingreso condicional a solicitantes de asilo que se hayan visto afectadas por la política, dándole prioridad a aquellos con vulnerabilidades médicas. DHS también debe dejar en libertad a quienes están siendo encarcelados sin necesidad en centros de detención, dónde las falencias en el cuidado médico y las condiciones de insalubridad han sido bien documentadas. Estas medidas sensibles ayudarían a salvaguardar no solo la salud de los solicitantes de asilo, sino también la del personal del DHS, jueces, representantes legales, y las familias de todos éstos.

“Los solicitantes de asilo llegan a nuestras fronteras desesperados por escapar la violencia mortal en sus países de origen. Su travesía a Estados Unidos es, sin duda alguna, un ‘viaje esencial,’” dijo hoy Kate Jastram, Directora de Políticas Públicas e Incidencia de CGRS. “No podemos permitir que la administración Trump utilice la crisis del COVID-19 como pretexto para continuar pisoteando los derechos de los solicitantes de asilo. De hacerlo, incontables vidas se verán en peligro.”